martes, 8 de febrero de 2011

Las Tres Instancias Mentales: “Yo”, “Ello” Y “Superyo”

La primera descripción que hace Freud de la mente humana es esta que acabamos de estudiar: inconsciente,
preconsciente y conciencia. Sin embargo el neurólogo vienés no se quedó aquí y precisó un poco más esta teoría. De forma didáctica podríamos decir que esta delimitación es una descripción topográfica; es decir, divide la mente en tres regiones, cada una de ellas con unas leyes determinadas (que ya veremos). Pero estas regiones están habitadas por tres INSTANCIAS MENTALES, dicho de forma simplificada, por tres habitantes distintos que ocupan la conciencia, el inconsciente y el preconsciente de diferentes formas. A estas tres instancias mentales Freud les da el nombre de ELLO o id, YO, y SUPERYO. Habitualmente el “ello” ocupa la mayoría de la región inconsciente, mientras que Yo y Superyo se mueven por las tres regiones, siendo el yo más presente en el nivel consciente. Sin embargo, estas tres instancias tienen cierta movilidad y, dependiendo de las circunstancias, cambia. De esta forma, el ello o la parte inconsciente del superyo
pueden aflorar al nivel consciente y hacérsenos presentes. Por tanto, el ello, que ocupa la mayor parte del inconsciente, el Yo, que ocuparía la mayoría de la conciencia y una parte del preconsciente y por último el superyo, que se movería entre la conciencia, el inconsciente y el preconsciente.
Nuestra mente y, por tanto lo que somos, sería el resultado de estas tres instancias mentales y sus relaciones en esas tres regiones. Para comprender el mecanismo de nuestra mente y nuestra conducta tendremos que entender como se relacionan estas tres instancias mentales.

jueves, 3 de febrero de 2011

INCONSCIENTE, PRECONSCIENTE Y CONCIENCIA.

Hola a todos, voy a seguir hoy hablando un poco más de Freud para que nos vayamos metiendo poco a poco en su pensamiento y lo vayamos conociendo un poquito más.
Se aceptan críticas constructivas :)


Según Freud la mente humana estaba dividida en tres grandes regiones mentales, el consciente y el inconsciente y el preconsciente.  
El nivel consciente o conciencia es todo aquello que ocurre en nuestra mente de lo que nos damos perfecta cuenta; lo consciente es aquello que percibimos de  lo que tenemos un conocimiento pleno, nuestros pensamientos, sentimientos, ideas... etc que reconocemos como nuestros y nos damos cuenta en el momento que los tenemos. La conciencia, que es el nivel consciente del que habla Freud es, al fin y al cabo todo lo que ocurre dentro de nuestra mente 
que aceptamos y que somos capaces de comunicar a los demás verbalmente.  
El nivel inconsciente o subconsciente coincide con los contenidos mentales que quedan fuera de la conciencia, es decir, aquellos pensamientos, ideas, sentimientos, percepciones etc, de los que no nos damos cuenta que los tenemos, pero que los tenemos. Estos contenidos inconscientes suelen ser impulsos, deseos, recuerdos olvidados y sentimientos que nos resultan tan inaceptables y repugnantes que, a pesar de tenerlos, preferimos ocultarlos de forma inconsciente y no hacerlos presentes en la conciencia... permanecen ocultos en el inconsciente.



Generalmente la psicología ha tratado el inconsciente desde un punto de vista negativo y le ha restado importancia; lo inconsciente era únicamente lo que caía fuera de la conciencia pero no tenía un peso específico dentro de la psique. El psicoanálisis va a cambiar esta idea y va a hacer del inconsciente el núcleo central de la mente humana. Para Freud y sus seguidores es el inconsciente el motor real de nuestra conducta. 



Según Freud todos nuestros actos tienen su origen en lo más profundo de nuestro inconsciente. Lo que ocurre es que los verdaderos motivos de estos actos no se presentan en la conciencia de la misma forma que lo hacen en el inconsciente; los instintos, recuerdos e ideas,  presentes en nuestro inconsciente pasan a la conciencia convertidos en emociones y sensaciones de menor intensidad.

Así, por ejemplo, Un impulso sexual se vive como una emoción amorosa o un impulso agresivo se traduce y  se vive como una emoción colérica. La teoría psicoanalítica considera que los procesos psíquicos son esencialmente inconscientes y que antes de llegar a conscientes deben sufrir un complicado proceso de transformación.

Los procesos inconscientes no tienen las mismas leyes que el resto de los procesos mentales, sino que se gobiernan según leyes propias. Por ejemplo, pensamientos y sentimientos que se daban unidos se  dividen o desplazan fuera de su contexto original; un sentimiento de deseo sexual puede desplazarse y presentarse como un sentimiento de agresividad; dos imágenes 
o ideas dispares pueden ser reunidas (condensadas)  en una sola; los pensamientos pueden ser dramatizados formando imágenes y símbolos, en vez de expresarse como conceptos abstractos, y ciertos objetos pueden ser sustituidos y representados simbólicamente por imágenes de otros, aun cuando el parecido entre el símbolo y lo simbolizado sea vago, o explicarse sólo por su coexistencia en momentos alejados del presente. Las leyes de la lógica, básicas en el pensamiento consciente, dejan de ejercer su dominio en el inconsciente.



El  preconsciente es más fácil de explicar; podemos entenderlo como  un lugar de tránsito, de paso entre la conciencia y el inconsciente. En el preconsciente se sitúan todos aquellos deseos e ideas que, aún sin estar constantemente en la conciencia, pueden aflorar a ella sin ningún problema. No tienen que sufrir un proceso de transformación. Por ejemplo gran parte de nuestros  recuerdos no son inconscientes porque podemos acceder a ellos siempre que queramos, pero tampoco son conscientes completamente porque podemos reservarlos sin cecesidad de estar todo el tiempo rememorándolos. Además el sistema preconsciente garantiza cierta comunicación de la conciencia al subconsciente; aquí está la razón por la cual durante la noche, muchas veces soñamos con algo que hemos vivido durante el día. Estas vivencias desaparecen de nuestra conciencia pero se quedan de forma latente en el preconsciente y de ahí pasan al inconsciente donde forman parte de un sueño.





martes, 1 de febrero de 2011

Freud y El Psicoanálisis.

A partir de hoy voy a dedicar un tiempo a hablar de Freud y el psicoanálisis, ya que para mi es una de las cosas más importantes de la psicología. Cada día iré poniendo más cosas y así os voy introduciendo en el tema. 
Hablaré de cosas como la interpretación de sueños, el inconsciente, la moral... la verdad que son cosas muy interesantes que a todo el mundo le viene bien saber.

Freud y El Psicoanálisis. 


El psicoanálisis es la teoría que Sigmund freud y otros desarrollaron a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de una interpretación global de la mente humana, así como una teoría terapéutica para tratar y curar las enfermedades mentales, que en el psicoanálisis 
toman el nombre de “neurosis”. El principal responsable de la teoría psicoanalítica es 
Sigmund Freud, un médico vienés que se interesó de forma activa por los tratamientos para curar enfermedades mentales. 
Tuvo la oportunidad de estudiar de cerca las enfermedades mentales cuando entró a formar parte del equipo médico del ala de psiquiatría del hospital de Viena. Allí comenzó a desarrollar su original enfoque de los trastornos de personalidad. Oficialmente el psicoanálisis nace 
con la publicación en 1893 de sus “Estudios sobre la histeria”, escrito en colaboración con el médico Joseph Breuer. En este estudio los médicos vieneses defienden la idea que será germen de toda la teoría posterior: los periodos de histeria son en realidad descargas violentas de energía emocional reprimida causada por traumas psíquicos olvidados. Los 
procesos histéricos liberan esa carga emocional permitiendo al paciente liberarse temporalmente de la tensión acumulada por esos traumas.

Este enfoque anticipaba lo que serían los principales conceptos de la psicología analítica: se insinuaba que el comportamiento desordenado del histérico procede de un suceso olvidado, que continúa ejerciendo efectos a nivel inconsciente, generando frustración, dolor y agresividad. El paciente, desconoce el trauma y desconoce los efectos del trauma, no siente este dolor y esta frustración. Sin embargo, ésta, se libera en forma de crisis de histeria. Freud estaba insinuando algo nuevo en la psicología: puede haber un nivel inconsciente que ejerce un poder enorme sobre nuestra conducta.

En los años siguientes el médico vienés desarrollaría los conceptos fundamentales del psicoanálisis, inconsciente, represión, estructuras yoicas, superyoicas… así como un conjunto de técnicas de acceso a ese desconocido mundo al que denominó “inconsciente”, los sueños, los actos fallidos, la asociación libre, los chistes… 

Mañana más :)