lunes, 31 de enero de 2011

David Hume.





Bueno como veis para estrenar esto he decidido hablar de David Hume ya que me parece uno de los autores más interesantes de la filosofía moderna. 
Voy a empezar hablando de porqué se creo su filosofía y que es lo que defendía principalmente para que cuando sigamos estudiando al autor no hayan demasiadas dudas acerca de él.
Alguna crítica, pregunta o consejo comentadme y os contestaré a todo.
(Siempre pondré una foto o varias del autor del que hable ya que a mi siempre me ha gustado saber como era la cara y el rostro de la persona que decía las cosas, sobre todo si son grandes genios).



David Hume nació en Edimburgo en 1711 en una familia de lo que hoy llamaríamos «clase media». Su padre se empeñó en que estudiara derecho, y éste cumplió sus deseos aunque siempre se sintió incómodo ya que su verdadera pasión era el estudio de la filosofía.
Decidió entonces darle un giro completo a su vida y dedicarse a su verdadera vocación; al estudio de la filosofía y al desarrollo de su propio pensamiento.
La obra filosófica de Hume fue muy poco reconocida, contrastando con sus escritos sobre historia y política. Su filosofía cobró importancia cuando Kant avaló su trabajo seis años antes de la muerte del empirista escocés.


La filosofía que se desarrolla en la edad moderna está marcada por dos corrientes contrarias, el racionalismo y el empirismo. El iniciador del racionalismo va a ser Descartes; Hume constituye uno de los principales filósofos empiristas.
Descartes es la cristalización del pensamiento renacentista en una nueva visión del mundo. Europa durante siglos había estado dominada por la filosofía cristinana. En esta filosofía la actividad investigadora no era algo libre sino que estaba mediatizada y dirigida por la religión. Los filósofos cristianos tenían como horizonte de sus reflexiones la Biblia. Cualquier reflexión que contradijese las sagradas escrituras por fuerza debían ser falsas. La razón humana no era infalible ya que las conclusiones a las que llegaba el hombre podían ser equivocadas, cuando contradecían las escrituras.
Tampoco era autónoma ya que había verdades que no podía descubrir por ser demasiado elevadas y Dios nos las revelaba a través de la iglesia.


Durante el siglo XVI la filosofía Griega de Platón y Aristóteles se volverá a leer gracias a las copias producidas por los monasterios y a la imprenta de Gutemberg.
Esto hará que cada vez se pongan más de manifiesto las grandes diferencias entre la ciencia y la filosofía y las sagradas escrituras.
El resultado será que los filósofos y científicos reclamarán la autonomía de la razón frente a las verdades de la biblia.
Surgirán muchos pensadores y científicos que reclamarán un modo de entender el mundo mucho más allá de lo escrito en el Antiguo y Nuevo Testamento.
La idea fundamental de la filosofía racionalista va a consistir en la defensa de la absoluta autonomía de la razón por una parte y su infalibilidad por la otra. Descartes defenderá que el hombre, con el solo uso de su intelecto, puede conocer todas las verdades, sin ayuda de las sagradas escrituras. Y si la razón opera siguiendo un método, entonces no puede equivocarse, es infalible.


Descartes toma como modelo de conocimiento la matemática y la geometría, defenderá que la esencia del mundo es matemática y que podemos conocer esa esencia igual que hacemos matemáticas: usando el intelecto sin usar los sentidos.
La razón humana poseía desde el nacimiento ciertas ideas, ideas que Dios había puesto en nuestra alma. Conocer consistia en el desarrollo de tales ideas mediante las matemáticas. El resultado será una filosofía que desprecia el conocimiento de los sentidos y confía en que a la verdad se llega como quien resuelve un problema de geometría.
Este nuevo modelo de la filosofía no va a estar exento de críticas. Los filósofos racionalistas van a hacer filosofía como quien pinta un cuadro con la sola ayuda de su imaginación. Creerán que cualquier cosa que la razón descubra tiene por fuerza que ser verdad.
Por el mero echo de que un pensamiento sea pensable y no contenga contradicciones, creerán que puede ser verdadero. Los racionalistas van a construir ontologías imposibles de justificar.
Algunos de los filósofos británicos comenzarán a pensar que los racionalistas no pueden defender ideas para las que no tienen pruebas, por el mero echo de que sea pensable y racional. Surgirá así el empirismo británico, una filosofía dispuesta a poner límites a la razón desbocada de los filósofos continentales.
Ambos pensamientos coincidirán en el subjetivismo del conocimiento, nuestro conocimiento radica en el conjunto de ideas que podemos concebir.
Se van a diferenciar de forma clara en el origen de tales ideas.


Mientras que los racionalistas piensan que las ideas están presentes en nuestra mente de manera innata y a partir de ellas deducimos todo nuestro conocimiento, los empiristas consideran que nuestras ideas provienen de nuestros sentidos. Piensan que la mente es una pizarra en la que vamos escribiendo a medida que acumulamos experiencias. Criticarán la existencia de las ideas innatas.


En conclusión, mientras que los racionalistas confiarán plenamente en la razón y pensarán que el hombre racional puede desvelar todos los misterios del universo. Los empiristas, con una razón limitada por los sentidos serán mucho menos ambiciosos que los racionalistas cayendo, como es el caso de Hume, en el escepticismo.
El empirismo supondrá una cura de humildad de la filosofía y la ciencia.

3 comentarios:

  1. yo di a su opuesto Descartes, y se me daba bien y no estaba nada mal..
    la filosofía me cuesta mi discurrir, la psicología me interesa mucho más!
    un saludo!
    y me alegro de que pases por mi blog :D
    pasaré cuando vea cosas de psicología sobre todo!

    ResponderEliminar
  2. ;)


    -Y quién dijo que solo son experiencias personales?
    Já, un abrazo igual.

    ResponderEliminar
  3. Jaja está bien, lo siento, la próxima me fijaré más :)
    Un abrazo

    ResponderEliminar